Entró cuando el partido más lo necesitaba. El Metropolitano estaba impaciente. Junior no tenía rumbo y la gente miraba al banco de suplentes en todo momento. 

Matías Fernández calentaba y de vez en cuando, le echaba una mirada al técnico Luis Fernando Suárez.

Sebastián Hernández se cansó en el segundo tiempo y no estaba generando juego. El técnico se decidió y el estadio explotó.

El chileno se sacó la camisa de calentamiento y los aplausos descendieron de las gradas.

¡Matigol' entró motivado. Cogió el balón y disparó un tiro libre a la barrera. La categoría se le notó de inmediato.

Fueron pinceladas de un futbolista crack. Visión de juego, cambio de ritmo y técnica e inteligencia para proteger la pelota.

Metió varios balones filtrados, pero el equipo recibía una trompada al mentón con el gol de Jáder Obrian. Águilas Dorados hizo todo el tiempo que quiso y el árbitro fue permisivo. Tanto, que apenas dio cuatro minutos de adición.

La gente estaba impaciente y llegaba un tiro libre de costado. Marlon Piedrahita lanzó un centro, que generó un rebote clave. El balón cayó en los pies de Fernández.

El chileno lo acomodó hacia su derecha y casi cayéndose, sacó un disparo rasante para vencer al portero Juan David Valencia.

Matías celebró con euforia su primera anotación, con la cual salvó el invicto se Junior en la Liga y se ganó la ovación de la hinchada al final del partido.

El equipo debe recuperar el nivel mostrado ante el América de Cali, pero con el chileno, tiene un jugador distinto. Sin dudas, un salto de calidad.